Actualmente, existen tres opciones principales para tratar a los pacientes con moscas volantes o flotadores en la vista, todas ellas requieren práctica clínica y, en algunas instancias, cirugías. Sin embargo, también existe una cuarta opción: un método natural que se ha venido investigando en los últimos años. A continuación, exploraremos cada una de estas opciones en detalle.
La primera opción en el tratamiento contra las moscas volantes se conoce como neuroadaptación. Esta es la recomendación más común que los oftalmólogos dan a los pacientes: esperar sin utilizar ningún tratamiento adicional. Esta estrategia, llamada neuroadaptación, es la forma más conservadora para lidiar con las moscas volantes.
La neuroadaptación consiste en esperar a que nuestro cerebro aprenda a ignorar esos pequeños cuerpos flotantes. Esta solución sencilla funciona en la mayoría de los casos, y muchos pacientes refieren que, con el paso de las semanas, los síntomas desaparecen. Personalmente, he tenido moscas volantes durante muchos años y también he pasado por este proceso. Aunque no desaparecen por completo, he aprendido a tolerarlas mejor gracias a la habilidad de nuestro cerebro para olvidar inconscientemente las pequeñas imperfecciones, similar al efecto Mandela.
Mis cuerpos flotantes no son muy grandes, pero a veces me llegan a molestar. Tengo algunos trucos que me funcionan bien para sobrellevarlas, como bajar la intensidad de la pantalla de la computadora o el celular, cambiar el contraste, y cerrar los ojos unos segundos cuando estoy leyendo en la noche. También me ayuda no mirar superficies claras, ya que estas manchas son proyecciones de colágeno descompensado del gel vítreo sobre nuestra retina, y tienden a atenuarse en la oscuridad. Recuerda, intentar no seguir las moscas volantes con la vista hará que sea más fácil olvidarse de ellas.
Utilizar la neuroadaptación evita los posibles efectos adversos de cualquier cirugía y no tiene costo alguno, porque esperar es gratis. Sin embargo, esta postura terapéutica no suele ser muy efectiva si tienes un desprendimiento de vítreo posterior bastante grande o si eres una persona muy ansiosa o neurótica.
La segunda opción es la vitreólisis con láser, un procedimiento que se realiza mediante un láser conectado a un microscopio. El proceso consiste en observar el cuerpo flotante dentro del ojo y usar el láser para descomponerlo en trozos más pequeños que no produzcan tantas molestias visuales.
Algunos estudios muestran resultados excepcionales con la vitreólisis, mientras que otros no son tan satisfactorios. Un buen o mal resultado depende de encontrar al candidato perfecto para el procedimiento. Los buenos candidatos son aquellos pacientes con flotadores crónicos, es decir, más de seis meses, en los que la neuroadaptación no ha funcionado. No es una buena solución para quienes tienen muchas moscas volantes, ya que es difícil aplicar el láser a múltiples puntos. Lo ideal es tener un único cuerpo flotante, como un anillo de Weiss, que es más fácil de impactar con el láser.
Es importante que el flotador no esté muy cerca del cristalino (lente natural del ojo) para evitar el riesgo de cataratas, ni muy cerca de la retina para prevenir una hemorragia accidental.
La tercera opción es la vitrectomía, una cirugía que consiste en la eliminación del humor vítreo, el gel transparente que llena el espacio entre el cristalino y la retina del ojo. Esta es una solución más invasiva y generalmente se reserva para casos severos donde las moscas volantes afectan significativamente la visión y la calidad de vida del paciente.
El procedimiento implica reemplazar el vítreo con una solución salina para mantener la forma del ojo. Si bien la vitrectomía puede ser muy efectiva, también conlleva riesgos, como el desprendimiento de retina y el desarrollo de cataratas.
Finalmente, el tratamiento natural alternativo que suelo recomendar en casos de miodesopsias es un enfoque holístico que consta de tres pilares fundamentales:
Espero que el tema haya quedado claro. Si tienes dudas, puedes escribirme directamente en mis redes sociales. Por cierto, alguna vez has escuchado de los beneficios particulares que tiene la piña en el tratamiento de las miodesopsias. ¿Será verdad que, si la consumimos a diario, desaparecerán instantáneamente los molestos flotadores? Pues toda esa información y más la encontrarás en la playlist: TODO SOBRE MOSCAS VOLANTES, que se encuentra ya disponible totalmente gratis en mi canal.